Qué es la filosofía política
Ramón Rocha Monroy
Cada tercer jueves de noviembre se celebra el Día Mundial de la Filósofía, por determinación de la Unesco. La filosofía es occidental desde el mismo nombre griego y supone que el bien, la verdad y la belleza son valores universales. Cuando en realidad esos son valores de la civilización occidental que tiene la pretensión de ser universal, como la historia y, en este caso, la historia de la filosofía que arranca con los presocráticos.
Sin embargo el 80 % de la población del planeta vive fuera de Occidente y ha desarrollado civilizaciones muy antiguas, como en la China, en la India y en las Américas. Aquí en Sudamérica nos llenamos la boca con nombres como Kant, Hegel, Renan, incluso Voltaire, Marx o Engels y no nos preguntamos qué opinaban sobre algunos aspectos como la Colonia. Marx decía que a pesar de sus injusticias, la Colonia era necesaria porque suponía la extensión del capitalismo a todo el planeta, con su progreso científico y tecnológico, traducido entonces en el tren y la navegación a vapor.
Hegel pensaba que indios y negros eran biológicamente inferiores porque no entendían categorías abstractas como el Estado moderno. Decía además que tanto indios como negros son flojos, sin espíritu y fanáticos; cuando poco después, en dos guerras mundiales, el continente más racionalista mató a 100 millones de civiles en medio de atrocidades cometidas contra ancianos, mujeres y niños.
Se dice que Maquiavelo es el fundador de la filosofía política, pero su obra cumbre, El Príncipe, se interesa casi exclusivamente por el dominio y ejercicio del control de los súbditos, siendo astuto como el zorro o feroz como el león. En ningún apartado refiere a seducir, convencer, ganarse la adhesión de sus súbditos. En suma, se ocupa de la dominación y no de la hegemonía. Aquello que más tarde ha tenido que explicar Gramsci. La génesis del poder, su expansión en el Estado, el papel de los partidos políticos, de las instituciones públicas y privadas. Es verdad que existe dominación, fuerza, coerción, dictadura, pero también seducción, convencimiento y consenso. Mucho más si hablamos de democracia.
Para entender y ejercer la filosofía política no sólo hay que estudiar las formas de organización política de Occidente, sino las de América, antes de Colón, de China, de India, por mencionar sólo tres de las grandes civilizaciones que se desarrollaron en el mundo. En América se escribió Nueva Crónica y Buen Gobierno casi al mismo tiempo que vivía Maquiavelo. Hubo formas de organización políticas sabias al igual que organizaciones económicas para el control de un máximo de pisos ecológicos; no por la idea del mercado, la moneda y el lucro individual por encima del bienestar colectivo, que heredamos de Occidente.
Aquí es necesario escribir la otra historia de Occidente, la otra historia de Bolivia, nuestras formas de pensamiento en igualdad con las de Occidente. Eso es filosofía política.